lunes, 8 de enero de 2007

La Sagrada Familia de Belén

María y José llegaron a Belén con la intención de empadronarse. María esperaba de un momento a otro que naciera Jesús, pero no se imaginaba que fuera tan pronto. José pidió por todo el pueblo un lugar adecuado para que Jesús pudiera nacer, pero no lo encontró. Tuvieron que ampararse en un humilde establo en el que guarecerse del frío y la lluvia. José arregló del mejor modo posible ese sencillo lugar, y seguro que consiguió que todos estuvieran cómodos y tranquilos. Sé que José hubiera hecho todo lo posible por conseguir un lugar mejor, pero no, Él es Rey de reyes, y nos quiso enseñar que en la humildad está la grandeza.